jueves, 16 de junio de 2011

Conceptos y consejos para una correcta educación


Así se adiestra a nuestro perro

Texto: Benigno Paz

Última actualización 17/12/2010@09:52:46 GMT+1
Educar a un perro puede ser la actividad más fácil, gratificante y relajante que llevemos a cabo con nuestro compañero, pero también puede convertirse en la más frustrante y desquiciante. Todo dependerá de nuestra dedicación, persistencia y del método de trabajo que utilicemos a lo largo de los próximos meses.
Adiestrar a un perro debería ser una tarea fácil porque todos los perros saben sentarse, echarse y venir a nuestro lado. Lo único que tenemos que hacer, lo que nosotros queremos, y nuestro entorno nos demanda, es lograr que el perro responda cuando nosotros se lo pedimos, en cualquier situación o lugar, en eso estriba nuestro reto y la “pequeña” dificultad. No necesitamos ningún “don” o cualidad especial, simplemente tiempo, trabajo y dedicación, con altas dosis de paciencia y planificación. Si lo logramos, será una labor muy gratificante porque, una vez establecidas las bases del adiestramiento, los progresos son rápidos y sorprendentes, y se establecerá una magia especial, una hermosa comunicación, al tiempo que nos permitirá estar en control de posibles imprevistos que puedan surgir, estaremos más relajados con nuestro perro en situaciones sociales y disfrutaremos más de su compañía, reduciremos sus niveles de estrés y también los nuestros.

Podemos plantearnos el adiestramiento como un proceso para desarrollar un lenguaje, un nuevo modo de comunicación, con nuestro perro. Estableceremos el significado de cada una de las palabras y gestos que utilizaremos. Imaginemos que tenemos un “japonés” en casa, no vale de nada dar largas parrafadas y discursos, ni gritar, ni dar empujones (nada de eso nos ayudará), de ese modo no lograremos que nos preste atención y entienda, tendremos que armarnos ambos de mucha paciencia, respetarnos mutuamente, sin imposiciones, para ganar en mutua confianza y crear las condiciones que faciliten el aprendizaje.

Más que recetas para los ejercicios, lo que tenemos que entender, y asimilar, son los principios básicos que tendremos que aplicar.

Las claves del éxito están en:
  • Comenzar desde la etapa de cachorro, teniendo en cuenta las limitaciones de concentración y físicas del cachorro.
  • Guiar al perro al introducir los ejercicios para evitar que cometa errores.
  • Inicialmente premiaremos todas y cada una de las repuestas correctas que realice, para lograr que comprenda lo que queremos de él, que gane en confianza y que le resulte gratificante realizar lo que le proponemos (sentarse, por ejemplo).
  • Premiar la ejecución del ejercicio en el instante preciso para lograr que la comunicación fluya y nuestro perro comprenda qué es lo que realmente estamos buscando y dispuestos a premiar.
  • Establecer fuertes asociaciones del ejercicio con emociones agradables y frecuentes repeticiones.
  • Realizar sesiones cortas y frecuentes seguidas de períodos de reposo, sin actividad para facilitar el aprendizaje.
  • Durante la sesión de trabajo, nuestro perro recordará mejor lo primero y lo último que hagamos, así que deberíamos planificarlo todo para que tenga éxito en ambos casos e iniciar la siguiente sesión con el último ejercicio que realizamos en la anterior.
  • Empezar en entornos tranquilos y sin distracciones para permitir que le resulte más fácil concentrarse en nosotros y en la actividad que estamos haciendo.
  • Utilizar aquello que motiva a nuestro perro para establecer la asociación, señal-comportamiento-premio.


ASPECTOS A EVITAR
  • No debemos establecer objetivos olímpicos
  • No dejaremos todo para el último momento o para los momentos problemáticos o de mayor excitabilidad sólo logrará que nos frustremos.
  • Eludiremos trabajar con el perro si estamos cansados o enfadados.

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