lunes, 23 de mayo de 2011

¿CóMO REACCIONAR FRENTE A UN PERRO AGRESIVO?



Por lo general, un perro agresivo es el producto de una combinación de factores en donde la raza a la que pertenezca no es lo más determinante. 

Si bien es cierto las razas antes mencionadas, fueron diseñadas genéticamente para cumplir con la función de perros guardianes o de defensa, es necesario decir, que el peligro de sufrir una agresión estará latente en un ejemplar como los ya mencionados, tanto en un hogareño poodle, un simpático cocker o el más popular de nuestros compañeros: el perro mestizo. 

Algunos de los factores claves que gatillarán la agresión en perros, son el ambiente en el cual el individuo canino se ha desarrollado, el trato al cual ha sido sometido desde cachorro, el entrenamiento mal encausado y una mala elección genética al momento de adquirir una de estas mascotas. 

Es en este último punto donde quisiera detenerme. Al igual que el ser humano, cada perro es dueño de un carácter único y particular, lo que significa que dentro de una misma camada, tendremos cachorros de carácter equilibrado, temerosos, sumisos, agresivos, dominantes, etc. 

De este modo, es altamente recomendable para hacer una elección adecuada hacer uso de uno de los muchos tests que se han desarrollado científicamente para identificar “quién es quién” al momento de tomar una decisión responsable con respecto a integrar a un cachorro a nuestro núcleo familiar. El cachorro más recomendado siempre será el de carácter equilibrado. Para lograr identificar que tipo de cachorro es el que usted ha elegido, le recomendamos siempre hacerse asesorar por especialistas en la materia. 

A continuación, analizaremos los tipos más frecuentes de agresión en perros y le daremos algunos consejos para prevenirlas. 

TIPOS DE AGRESION 

1. Agresión dominante: 

Cachorro que gruñe y muestra los dientes ante cualquier intento de tomar sus juguetes o acercarse a su alimento, es igual a “Futuros problemas”. Estos son los síntomas tempranos de una agresión dominante. 

Lo más probable es que este tipo de perro, llegue a convertirse en un animal agresivo con los miembros de la familia y obviamente con los extraños. Tratará por todos los medios de tomar el mando de la casa. Descártelo de inmediato. Si Usted ya es propietario de uno de estos perros, Lo primero que debe hacer para conseguir el control sobre él, es cambiar su idea sobre el orden jerárquico, es decir hacerle notar quién manda en casa pero nunca con agresividad, si usted se encuentra en esta situación, hágase asesorar por especialistas. 

2. Agresión territorial: 

La agresión territorial puede verse como un tipo de dominación. El perro aprende a mirar los jardines, el automóvil o la casa como suyos. El perro verdaderamente dominante puede llegar a pensar que necesita hacer saber a los demás lo que posee, pero en la mayoría de los casos el perro territorial va a defender su propiedad de forasteros. El ejemplo perfecto de agresión territorial se demuestra hacia el cartero. 

La gente piensa que es el uniforme el que coloca a los perros en contra del cartero amistoso. Ese no el caso. Lo que sucede es lo siguiente: el cartero se acerca y el perro ladra. El cartero deposita el correo y se marcha. El perro piensa que el cartero se aleja porque él (el perro) le ladró. Mediante la repetición aprende que si ladra a esta persona, se marchará. Algunos perros aprenden que si ellos ladran muy agresivamente la gente saldrá más rápido. 

El control de la agresión territorial comienza con colocarse usted mismo como el líder de la manada. En el mundo salvaje, es el líder de la manada el que dice al resto de hasta donde se extiende su territorio. No debe permitir al perro pensar en el jardín posterior como en su jardín posterior. Es en este punto donde u buen entrenamiento de obediencia es fundamental, para posteriormente enseñarle defensa sólo en el caso que sea necesario, así evitaremos que el animal muerda a nuestras visitas, familiares, etc. En nuestra próxima entrega semanal viene la segunda parte de este artículo. 

3. Agresión por miedo: 

Los mordedores tímidos son casi siempre perros que tienen temperamentos débiles y nervios pobres. Ellos son un producto de la mala cría. Mucha gente, erróneamente, confunde a los mordedores tímidos con perros de los que se ha abusado a una edad temprana. Cuan frecuentemente ha oído usted a alguien decir A mi perro lo trataban pésimo en el criadero, pobrecito, por eso es así!!. 

El hecho es que la mayoría de estos perros no se hicieron tímidos, sino que nacieron tímidos. Si usted es propietario de un cachorro tímido, la solución principal comienza con socializar al perro. Llévelo con usted a todos los sitios donde vaya. Asegúrese de poderlo controlar cuando se le ponga en una situación límite. Si muestra miedo, cójalo sobre sus rodillas y cálmelo. Muéstrele que no hay nada de que tener miedo. Una de las cosas para hacer con perros que son tímidos con la gente en situaciones determinadas, es establecer jornadas de entrenamiento que construyan la confianza y la seguridad. La obediencia entrenada y la socialización son las mejores soluciones para la mayoría de los perros tímidos. 

4. Agresión predatoria: 

Algunas razas de perros son más propensas a este tipo de agresión que otras. Estos tienen un gran instinto de caza y perseguirán instintivamente algo en movimiento. Esto puede ser desastroso si la presa acosada es un niño que corre. Nuevamente, lo más efectivo para controlar esta forma de agresión es la obediencia, entrenando con énfasis el ejercicio de “echado o down” y la llamada. Algunos perros en la presa alta, pueden responder mejor al comando echado o down, mientras que otros puedan responder mejor a la llamada. 

El resultado final es que usted deba ser capaz de parar a su perro si él persigue a alguien o algo. Puede aumentar el control sobre su perro en ejercicios de juego haciendo al perro que se eche antes de permitirle que persiga una pelota tirada (usando una cuerda larga o collar si es necesario). Le puede arrojar una pelota y cuando el perro esté a mitad de recorrido y vuelva para devolverle la pelota, arrojarle otra en sentido contrario. Puede mandar echado a su perro, arrojar un objeto e ir a recogerlo usted mismo antes de arrojar un segundo objeto y hacer que su perro lo recoja a su orden. Todos estos trabajos van encaminados a establecerlo a usted como el líder de la manada y a aumentar su control sobre el perro. 

Lo que no se debe hacer al enfrentar a un perro

-Salir corriendo si un perro se dirige a nosotros (al hacerlo estimulamos el instinto de caza del perro). Debemos permanecer quietos intentando mostrarnos tranquilos, mostrar las palmas de las manos en gesto claramente inofensivo. Al mismo tiempo debemos hablarle con voz tranquilizadora. 

-Intentar escapar de un perro que nos persigue cuando hacemos ciclismo o corremos. El mismo caso anterior; parar la marcha y proceder de igual forma. 

-Meter la mano para tocar o acariciar un perro que se 
encuentra encerrado o detrás de una reja. 

Nunca debemos tocar un animal que no conocemos, este podría morder por miedo o por dominancia. Antes de acariciar un animal, debemos estar seguros que es noble o que no se encuentra encerrado o atado. 

-Acariciar el perro de otra persona cuando llevamos el nuestro de la correa. 

Con esta reacción podemos provocar, aunque no siempre pues depende del tipo de perro, una reacción de competencia o de celos, ya que nuestro perro no entiende que nosotros repartamos el corazón con cualquier otro con el que nos crucemos. 

Lo que si debemos hacer, es de forma controlada, que sean ellos los que se relacionen para después nosotros poder acariciar al nuevo perro conocido. 

-Mirar fijamente a los ojos a un perro y mantenerle la mirada. 
Esta acción significa, en el mundo de los cánidos, una amenaza abierta de manera que si un perro con intenciones belicosas mantiene un pulso con quien le mira fijamente, existe la posibilidad de atacar, ceder o retirarse. 

-Meter las manos en una pelea, intentando rescatar a nuestro perro de un agresor. 

Actuando de esta forma, es posible que hasta nuestro propio perro nos pueda morder. Pueden no reconocer o discriminar que la mano que le agarra por la espalda es la de su dueño. 

La única acción posible para liberarlo de la pelea, es con agua, un palo o la propia correa y que el propietario del otro perro ayude a separarlos. 

-Tensar la correa cuando nuestro perro estando atado se sube de tono mostrándose agresivo hacia otro perro o hacia una persona.

Al retener al perro con la intención de controlarle, el efecto que producimos es un aumento de la agresión. 

Para actuar correctamente, hacer un manejo adecuado de la correa: Aplicar una o varias correcciones secas y contundentes para acto seguido mantener la correa floja y sin tensión pero cogida firme. 

-Molestar al perro mientras come en su plato. 

Los perros son protectores con lo que consideran suyo y en el momento de ponerles la comida. Toda intervención a partir de ahí la considera como una disputa por la ración, que entienden que les pertenece, en la que considera su manada. No se debe de juguetear cerca del perro que está comiendo. 

Tampoco es bueno acariciarle continuamente si se muestra agresivo, ya que lejos de tranquilizarle, le aumentamos la tensión y el nerviosismo. 

Acariciarle y relajarle mientras come es algo que debemos de hacer desde que es muy pequeño, además debe ser parte del proceso de educación y obediencia. 

Fuente: 
Marcel Ferretto 
Entrenador Canino

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